jueves, 29 de noviembre de 2012

"¿ES JESUS DIOS?"

El Alfa y Omega
Mientras que Juan el apóstol estaba en el exilio en la isla de Pasmos, Jesús le reveló a él en una visión los eventos que ocurrirían en el último día. En la visión, Juan describe la siguiente increíble escena: “¡Miren que viene en las nubes! Y todos lo verán con sus propios ojos, incluso quienes lo traspasaron…Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios—, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”
Entonces ¿quién es esta Persona quien es llamada “el Alfa y la Omega,” “el Señor Dios,” “el Todopoderoso”? Se nos dice que él fue “traspasado.” Eso lo hace claro que el Alfa y Omega es Jesús. Él es el que fue traspasado en la cruz.
Juan, quien era más cercano a Jesús que ningún otro discípulo, ve la imagen de la Persona hablándole a él. Él escribe: “En medio de los candelabros estaba alguien semejante al Hijo del hombre…  Su cabellera lucía blanca como la lana, como la nieve; y sus ojos resplandecían como llama de fuego… Su rostro era como el sol cuando brilla en todo su esplendor.”(Apoc. 1:13, 14, 16b)
Es imposible comprender las emociones de Juan como él ve esta Persona brillante como el sol en todo su esplendor, con ojos como llamas de fuego. Él inmediatamente cayó como hombre muerto en frente del que él vio. Si este era Jesús, ¿Por qué Juan no le conoció? ¿Quizás él pensó que era un ángel? Vamos a escuchar las palabras de Juan. “Pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos” (Apoc. 1:17).
Aquel hablándole a Juan se identifica al él mismo como, “el Primero y el Último,” una clara referencia a su eternidad. Y ya que solo Dios es eterno, esto debe ser Dios. Pero en la misma oración él le dice a Juan que él es “el que vive. Estuve muerto” Por lo tanto, sabemos que este no puede ser Dios el Padre porque el Padre nunca sufrió muerte como un hombre. “Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. El que estaba sentado en el trono dijo…. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin.” (Apoc. 20:11; 21:5-6)
Es el Señor Jesucristo quien reina desde el gran trono blanco. Jesús ya le había dicho a sus discípulos que el sería el juez final de los hombres. Él prometió que aquellos quienes pongan su confianza en él serían salvos del juicio de pecado, pero aquellos quienes lo rechazaron serían juzgados.
Conclusión
Entonces Jesús clamaba ser  Dios, o el simplemente fue mal entendido. Tomemos otra mirada a las afirmaciones de Jesús y preguntemos: ¿Habría Jesús hecho tan radicales afirmaciones si él no era Dios?
  • Jesús usó el nombre de Dios para si mismo
  • Jesús se llamó a si mismo “Hijo de Hombre”
  • Jesús se llamó a si mismo “Hijo de Dios”
  • Jesús afirmaba perdonar pecados
  • Jesús afirmaba ser uno con Dios
  • Jesús afirmaba toda la autoridad
  • Jesús aceptó adoración
  • Jesús se llamó a si mismo “el Alfa y Omega”
Algunos podrían decir, “¿cómo podemos creer las afirmaciones de Jesús? ¿Qué prueba dejó él?” Tres días después de su crucifixión, sus discípulos afirmaban que lo vieron vivo. Si su historia fuera una farsa, habría muerto así como los romanos los hubieran sometido a las más horrendas torturas conocidas por el hombre. Pero su convicción y sinceridad dominó a Roma y cambió nuestro mundo (Ver “ Se levantó Jesús de entre los muertos?”) Lewis explica la razón para su convicción: “lo que esta más allá de todo espacio y tiempo, lo que es increado, eterno, entró en la naturaleza, descendió en Su propio universo, y se levantó de nuevo”[13]
Este brillante estudioso había pensado originalmente de Jesús como un mito, más como el hombre hizo dioses de la Antigua Grecia y Roma. Pero a medida que él empezó a ver la evidencia para Jesucristo, él se dio cuenta que los relatos del Nuevo Testamento de Jesucristo están basados sobre solidez, hechos históricos. Este antiguo escéptico concluyo su investigación de la evidencia de Jesucristo con estos pensamientos:
“Usted debe hacer su elección: o este hombre fue, y es, el Hijo de Dios: o bien un loco o algo peor… pero no nos deje salir con ninguna tontería condescendiente acerca de Él siendo un gran maestro humano. Él no nos ha dejado eso abierto para nosotros.”[14]
Lewis descubrió que una relación personal con Jesús le dio sentido a su vida, propósito y alegría que supera todos sus sueños. El nunca se arrepintió de su elección y se convirtió en un destacado vocero de Jesucristo. ¿Y usted? ¿Ha hecho su elección?

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